jueves, enero 07, 2010

DIASPORA


DIASPORA
GREG EGAN
GRUPO AJEC

Después de que el lector termine Diáspora podrá darse cuenta que la literatura de ideas aún tiene argumentos y desarrollos para poder estar en la vanguardia de la literatura especulativa.

Esta declaración viene dada por la lectura del último libro publicado en España, por la editorial AJEC, de Greg Egan aunque data su escritura de 1997. Egan siempre ha sido un autor cuya obra ha estado determinada por lo que denominamos ciencia ficción Hard, que es aquella que se fundamenta en las especulaciones con una base científica sólida extrapolada de nuestros conocimientos actuales en las áreas de las que trata el texto. Novelas como Cuarentena, Ciudad Permutación o El Instante Aleph son buenas representantes de esta tendencia de Egan por las ciencias físicas.

Diáspora narra un futuro de la humanidad, unos mil años después de nuestra época, en el que ésta se ha divido en tres razas dominantes: las inteligencias informáticas, provenientes de esquemas mentales humanos, artificiales, los gleisners –entidades informáticas pero que viven en un cuerpo, y los carnosos. Estos últimos, aunque con modificaciones para acondicionarse a los diversos ecosistemas planetarios, son los que conservan lo que ellos denominan “esencia de la humanidad”. Las tres razas viven en una armonía relativa. Cuando un problema estelar acecha a un grupo de humanos carnosos es cuando se va a desencadenar el desencuentro en un principio y la unión posterior para solventar el grave devenir del universo.

Tal vez lo mas interesante de la novela esté en la descripción detalla y sistemática, de las formas de vida de las mentes digitalizadas. En Ciudad Permutación se adelantaba la posibilidad de digitalización de la mente humana. Aquí se profundiza mucho más en este sentido, y nos presenta una sociedad que es radicalmente diferente de la humana. ¿En qué se podrían ocupar unas mentes con base informática? ¿Dormirían? ¿Tendrían sentimientos, sensaciones, dolor? Todas estas cuestiones son varias de las que se dirimen en este denso texto.

No es una novela para principiantes ni para los que gustan mas de la aventura que de la discusión sobre teorías físicas de vanguardia, y también de teorías filosóficas sobre el universo y su significado. La ventaja que tiene Egan sobre otros autores es que sus teorías inventadas – por ejemplo la teoría de Kozuch sobre agujeros de gusano-, que desarrolla profusa y profundamente, son “plausibles” en el contexto en el que se desarrolla la novela. La búsqueda del conocimiento por parte de las tres civilizaciones humanas para evitar la catástrofe es el leit motiv fundamental que eleva a la ciencia a la categoría de imprescindible para la supervivencia. En ese sentido, el autor es un optimista antropológico que ve la tecnología y la ciencia como motores principales de la pervivencia de la especie. Si somos los más débiles del reino animal, solo la capacidad de inventiva y de nuestro desarrollo de máquinas que suplan nuestras carencias serán las que nos puedan salvar de la aniquilación. Y el escenario que presenta Egan es muy apocalíptico.
(c) Alfonso Merelo 2009

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