martes, septiembre 29, 2009

TITAN



TITAN

Ben Bova


LA FACTORIA DE IDEAS


Nº de páginas 416


PVP: 21,95 €


ISBN: 9788498004502

La ciencia ficción hard ha sido, y es, una de las subdivisiones de la ciencia ficción que los puristas consideran la auténtica. Basada en las ciencias “duras”, física, astronomía, geología, química, ingeniería etc, los autores usan de estas herramientas para trazar los mapas de las historias. La influencia de las tecnologías “nuevas” o extrapoladas en los argumentos de las novelas son base fundamental para ellos. Sin esta estructura férrea la novela naufraga. Son mas novelas de “ambientes” tecnológicos que de grandes personajes. Las situaciones en las que los protagonistas se ven envueltos, están muy relacionadas con los tipos de descubrimientos y tecnologías empleadas. Otra de las características de estas obras es la verosimilitud de los elementos formadores de guión utilizados, que producen al lector una inmersión mas o menos real en el mundo imaginado.

Titán nos habla de la aventura espacial. Aventura protagonizada por personas de un futuro próximo (hablamos del año 2100 aproximadamente). La tecnología ha avanzado notablemente, sobre todo en aspectos como la biomedicina y la nanotecnología, y la humanidad se adentra en el espacio para descubrir nuevas fronteras. Un gran nave, un cilindro gigantesco similar a Rama de Arthur C. Clarke, se interna en el espacio próximo y se establece en la órbita de Titán, la luna de Saturno. La “Goddard”, que así se llama la nave, es una auténtica comunidad espacial con miles de tripulantes, la mayoría “rebeldes” de la Tierra y científicos.

La trama es pródiga en descubrimientos extraordinarios, tanto en la propia luna como en los especataculares anillos de Saturno. Los protagonistas se ven envueltos en tramas de política científica y de política económica que son los motores de la novela.

Ben Bova estabelce y aúna dos cuestiones principales en la novela: la lucha por el poder, ya sea dentro de la comunidad científica o política, y la búsqueda del conocimiento “puro”.

En el desarrollo de la primera de las premisas se nos muestra una actitud que conocemos sobradamente. Pese a haber trascurrido casi 100 años desde nuestro presente la humanidad se muestra tan mezquina y predecible como ahora. Los gobernantes son simples estereotipos de los que conocemos actualmente, sin ninguna capacidad o mejora apreciable. Por este lado la novela fracasa al no tener una base mas sólida que la mera extrapolación de los comportamientos actuales en una administración futura. El autor no vislumbra un futuro optimista de avances sociales, sólo se dibujan avances accesorios y cosméticos pero no fundamentales.

Donde se muestra mas convincente Bova es en la parte mas “científica” del texto. Las investigaciones que se nos muestran son simplemente muy convincentes. Es la aventura de la ciencia, del descubrimiento, del saber lo que mueve a estos astronautas especializados y a estos científicos que son mas aventureros que sesudos investigadores de laboratorio. En esta parte de la aventura la solidez de la novela gana enteros y el “sentido de la maravilla” se nos muestra como hace mucho tiempo que no leía en una novela actual. Este “sentido de la maravilla”, que muchas veces se pierde en innumerables páginas de relleno, está bien condensado en las paginas de Titán. Dos subtramas científicas, la que trascurre en la luna de Saturno y la que se desarrolla en los anillos del gigante gaseoso, son las que podemos leer en las páginas de este libro. Las dos relacionadas con una tercera que sólo se nombra de pasada y que viene a ser la hilazón común con las pertenecientes al mismo universo llamado “El gran Tour del universo”. Los títulos de este proyecto, aún no finalizado, son “Venus”, Júpiter”· “Saturno”, “Mercurio”, y “Powersat”. Todas son de lectura independiente pero poseen en común el interés por la conquista de nuevas metas en el sistema solar por parte de la humanidad futura. Nuevas naciones, La Luna, Marte o los Asteroides son esbozadas como formas nuevas de habitáculos humanos en el espacio. Nada esencialmente nuevo.

Titán es una buena experiencia para los lectores de ciencia ficción a los que les gusta la especulación científica en el marco de las aventuras espaciales mas clásicas.

(c) Alfonso Merelo 2009


Pulicado originalmenrte en Scifiworld nº 14



lunes, septiembre 14, 2009

SPIN


SPIN

Robert Charles Wilson

Editorial Omicron

PVP: 20,90 €

Nº de páginas 489

ISBN: 9788496938038


Robert Charles Wilson es uno de los autores norteamericanos, aunque creció y se educó en Canadá, de penúltima generación con más proyección en los últimos años. De sus obras publicadas en España tuvo cierta resonancia Darwinia, publicada en España en 2000, que narraba la desaparición de Europa a principios del siglo XX sustituida por una tierra extraña o Mysterium, 2001, en la que un pueblo completo aparece en una tierra alternativa que es una teocracia fascista. Estos dos argumentos recuerdan notablemente la serie de novelas del autor español Ángel Torres Quesada que se denomina la trilogía de las Islas –Las islas del infierno, Las islas del paraíso y Las islas de la guerra-.


Spin es su última novela publicada en nuestro país, de la mano del sello Omicron. Como parece ser habitual en el autor, la trama se centra en un suceso inesperado y traumático que acontece en la Tierra. En determinado momento de nuestro futuro mas próximo la Tierra es recubierta por los que se denomina un Spin. Una membrana, o campo de energía, que impide pasar la luz de las estrellas y, obviamente, del sol, pero que no impide que cohetes y naves puedan salir al espacio. La particularidad es que en el exterior el tiempo trascurre acelerado o, lo que es lo mismo, en nuestro planeta la percepción temporal es mas lenta. Tres personajes, dos hermanos gemelos Diane y Jason Lawton, y un amigo de ambos, Tyler Dupree, serán los protagonistas de una interesante historia que envuelve a toda la humanidad.


Wilson ha acertado plenamente con varios de los temas que desarrolla en su novela. Su descripción del efecto que el escudo de radiación, Spin, produce en los seres humanos es casi un remedo de los efectos descritos por otros autores cuando fabulan sobre catástrofes a nivel mundial. La escuela catastrófica británica con relatos como “La muerte de la hierba” o “El día de los trífidos” e incluso “Ensayo sobre la ceguera” del Nobel Saramago, son ejemplos suficientemente claros de lo que ocurre cuando la civilización se derrumba. En “Spin” este derrumbe no se produce totalmente, puesto que la cubierta permite la vida y, una vez que la humanidad se ha adaptado a ella, los problemas dejan de ser tan importantes; la vida sigue igual, que diría un conocido artista.


La temática religiosa es otra de las bazas con la que juega el autor. ¿Cómo un suceso espectacular puede influir en la religiosidad de las personas? Tampoco se muestra espectacular en el diseño de las nuevas religiones. Simplemente se dedica a observar las “sectas” que últimamente proliferan como hongos y trasladarlas a su argumento. Son religiones milenaristas que ven un toque divino en los artefactos que permanecen en órbita terrestre y producen el escudo. Estamos, sin duda, ante una de las novela de ciencia ficción que trata de una manera muy plausible el tema religioso. En realidad el comportamiento de los personajes se basa mucho mas en la fe, religiosa o científica, que en las premisas empíricas de la ciencia. Mientras que unos esperan la redención por parte de la divinidad otros confían en la supuesta bondad de los constructores del escudo, llamados Hipotéticos. Como siempre la fe no tiene bases sólidas en que fundarse, es creer o no. Sin embargo la búsqueda de la verdad, del conocimiento, otra de las características básicas del ser humano, es el motor de uno de los protagonistas principales como es Jason que no dudará en usar medios “discutibles, para conocer qué es lo que traman los constructores del escudo. La diferencia entre las sectas que proliferan en esta historia y la fe hacia los extraterrestres se decanta hacia estos últimos que, al menos, tienen la capacidad de manifestarse con hechos tangibles, el spin es el mas claro. Las otras religiones sólo pueden ofrecer interpretaciones de escrituras dudosas o anuncios de iluminados profetas, pero nuca hechos demostrables, como bien se encarga de dejar claro Wilson.


Otro de los más interesantes desarrollos nos llevan a pensar en grandes magnitudes de tiempo y en la posibilidad de planificar las cosas sin la constante espada de Damocles de nuestra cortas vidas. Puesto que el tiempo transcurre lentamente en La Tierra se puede contemplar el trascurrir del universo e influir en él observando los resultados a largo plazo, que en ese espacio atemporal del spin llegan a ser realidades que pueden ser palpables y determinantes.


En los cinco personajes que perfilan la novela, los ya indicados mas los padres de los gemelos, Carol y E.D. Lawton, se observan distintos estereotipos del americano de clase media-alta. E.D es un despótico patriarca que logra conseguir el poder usando casi cualquier medio a su disposición sin mirar las posibles consecuencias morales. Carol por, otra parte, renuncia a comprender a su marido y de ser una profesional de la medicina competente, pasa a convertirse en una alcohólica a la que parece no importarle nada, aunque su redención estará posteriormente en sus hijos. Los gemelos son completamente diferentes; Jason es el científico que sólo busca el conocimiento, mientras que Diane buscará la felicidad a través de la religión y del matrimonio con un “religioso”. Por último, Tyler ejerce el rol del amigo íntimo, que no tiene pleno conocimiento de lo que ocurre, pero al que su amistad le lleva a cumplir los deseos de su amigo sin siquiera llegar a entender los que se espera de él y siendo manipulado constantemente. Sin embargo por una cuestión de fe se mantiene fiel a su moral y a sus amigos y terminará siendo decisivo para la solución de los problemas.


La novela tiene una pátina de “colosal” pues abarca tres millones de años de historia del universo, dos planetas, La Tierra y Marte, y un enigma tan interesante como la propia teología, de la que se nutre. Sin embargo es la interioridad de los personajes, su lugar con respecto al universo y la fragilidad tanto de la sociedad como del individuo lo que realmente calan en el lector y lo que hace que la historia sea una mas que aceptable muestra de buena ciencia ficción actual.


La novela fue ganadora del premio Hugo en 2006 y en USA se ha publicado ya una continuación titulada Axis.

martes, septiembre 08, 2009

MADRID


MADRID
Daniel Mares
Ediciones Parnaso
Granada 2007

Si una novela de ciencia ficción comienza con un enfrentamiento entre el Real Madrid y el Barcelona en una final de la Champions League, al menos podemos pensar que el autor ha tratado de ser original e impactante.

Daniel Mares es uno de los “nuevos“ autores que despuntan alto en el actual panorama de la literatura española de género fantástico. Comenzó su andadura literaria publicando en la colección Espiral, que dirige Juan José Aroz, “Pastores de estrellas” (1995) y “Seis” (1997). “La máquina de Plymbicot”, resultaría finalista en el Premio UPC del año 1997 y ganador del Premio Ignotus al mejor relato corto. Con “Gomez Meseguer y el ogro Santaolaya” ganaría el premio Pablo Rido al mejor relato. Otras novelas cortas son IA” (2000), “Una luz en la noche” o Vigésima Tierra (2002) y “Carne” (2004). . En 2005 se publica “En mares extraños” que es una recopilación de sus relatos dispersos. Mares ha basado su producción literaria fundamentalmente en el relato corto publicando en revista y fanzines como Artifex o Galaxia.

“Madrid” es pura cafeína mezclada con un buen tónico cardiaco. Es acción y es locura. Es un viaje al fondo de la mente, pero sin LSD.

Nos situamos en un futuro indeterminado en el que la humanidad se ha extendido por la galaxia enfrentándose a otras razas extraterrestres. En La Tierra, los Estados Unidos han sufrido otra Guerra de Secesión y el país se ha convertido en un gigantesco Hollywood dedicado exclusivamente a crear ocio. Europa sigue siendo independiente e intenta mantener sus colonias extraterrestres controladas, sofocando las ansias independentistas de los planetas. En Madrid, la capital europea, se celebra la final de la Copa de Campeones que enfrenta al Barcelona y al Real Madrid, que siguen existiendo pese a los siglos trascurridos. En la cola se encuentra dos de los personajes principales de la novela, Blitz y Raus que esperan entrar en el estadio y que se van a ver envueltos en un enfrentamiento entre aficionados y fuerzas de seguridad, apoyados por el Ejército colonial; los mejores soldados de la galaxia. Por otra parte un comisario de policía –pedófilo por cierto- está buscando a un asesino múltiple que trae de cabeza a las fuerzas de seguridad madrileña. Y en un tercer escenario nos encontramos a un soldado colonial que olvida pasajes de su vida y que es uno de los sospechosos de los asesinatos.

Como puede deducirse por lo expuesto, Mares sitúa al lector ante una triple exposición de datos, contradictorios en muchos de los casos entre sí, que terminaran confluyendo en una sola resolución. De los tres ámbitos narrativos, el primero de ellos está contado en primera persona. Es Blitz el que cuenta sus experiencias y sus pensamientos. Por él, en breves comentario, se va vislumbrando algunas de las claves de la trama. Las otras dos historias, que trascurren en paralelo, complican la trama de una manera mas que inteligente.

Mares utiliza de manera adecuada muchos de los iconos de la ciencia ficción, entre ellos el de la teletrasportación descrita en este caso como producto de una habilidad humana desarrollada en los últimos siglos. Los trasportadores no son máquinas estilo Star Trek, sino mutantes con el don de poder enlazar mentalmente con otro homólogos y así proceder al trasporte instantáneo entre planetas (los Navegantes de la Cofradía hacían algo similar en Dune). Es un curioso sistema éste, pero pese a todo, y a su improbabilidad, en el contexto de la obra es imprescindible para ciertas escenas. Sin este artificio delirante el autor habría tenido difícil encajar ciertos sucesos.

La novela contiene una mezcla de subgéneros que van desde la mas clásica space opera a propuestas mas cercanas a las ensoñaciones de Philip K. Dick, al thecno triller o al cyber punk. Son reconocibles muchos de los “tics” de estas propuestas que, tal vez, se exponen en demasía llegando a “emborrachar” al lector. Hay que tener en cuenta que Mares está experimentando con la escritura de “Madrid”. Los recursos estilísticos y, sobre todo, de estructura hacen que la novela no sea lo que podríamos denominar clásica. En la temática, recurrente sí pero diferente, en la composición, en la crudeza de muchas de las escenas, podemos ver que el autor está mostrándonos un mundo caótico, sucio y tremendo aunque muy próximo. Y ciertamente, a pesar de que el escenario se sitúa en un futuro remoto, se intuye que lo que se pretende es contar que la humanidad no va a cambiar a pesar de los avances tecnológicos ofertados. Teniendo en cuenta que no hemos avanzado éticamente casi nada en varios miles de años, no es improbable pensar que en años venideros las actitudes sean similares a las actuales. Esa interpretación pesimista, o realista, está ampliamente dibujada. Baste poner el ejemplo del fanatismo del fútbol, amplificado sin duda, que se encuentra en el mismo nivel, degradante, que en la actualidad. La narración posee como cualidad añadida su visualidad. Las descripciones de ambientes, personajes y lugares se le aparecen al lector de manera meridiana. Recurriendo de nuevo al ejemplo anterior, parecería que estuviéramos con los protagonistas en la cola de acceso al Santiago Benabeu, aunque en este caso se denomina “Coliseo de Chamartín”. Esa “visualización” narrativa es constante y el “conosseur” podrá reconocer escenarios de Blade Runner, de “Hill Street Blues”, de “Star ship troopers” y de otras obras de ciencia ficción o de género negro.

Pero la novela no se queda sólo en la descripción de entornos “atractivos” o impactantes, los personajes son tratados con respeto y se comportan, en su mundo, como son descritos. Su creador les hace comportarse como han sido imaginados. No resultan molestamante ambiguos ni guardan la corrección debida. Son auténticos en su contexto, amorales, respecto de nuestra moralidad, violentos y peligrosos. Pero es que son así, no son fruto de causalidades ni tampoco cambian de personalidad a mitad de la novela, como estamos hartos de ver en muchas novelas en las que los personajes son modificados para encajar mejor en la trama.

En esta novela Mares reitera sus dotes de narrador visceral, desarrollando un argumento visualmente impactante a la par que caótico, con frecuentes cambios de perspectiva, enfoque hiperrealista, ritmo endiablado y humor negro, un estilo complejo que, unido a la citada técnica narrativa deconstructiva, lo aúnan a autores de culto del séptimo arte como Quentin Tarantino y Robert Rodríguez en obras tan características como “Pulp Fiction”, “Kill Bill”, “Four Rooms”, “Sin City” ó “Asesinos natos”1

Madrid es, por méritos propios, una de las mejores propuestas del género publicadas en 2007.